Como resultado de un esfuerzo conjunto entre la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y la Empresa de Acueducto de Bogotá, en las últimas horas se formalizó la firma del modificatorio del convenio para la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales -PTAR Canoas, en la cuenca media del río Bogotá.
Como se ha informado, con la construcción de esta infraestructura se logrará el tratamiento del 70 % de las aguas residuales de Bogotá y el 100% de las aguas servidas del municipio de Soacha.
El aporte de la CAR será del 46.5%, lo que equivale a 7.6 billones de pesos (valores constantes a 2023), lo que representa cerca de la mitad del costo total del proyecto. Adicionalmente, esta obra beneficiará a más de 12 millones de habitantes, tanto de Bogotá como de los municipios ubicados aguas abajo del río Bogotá.
“Ha sido un esfuerzo enorme por parte de la Corporación y será un esfuerzo enorme por parte de los contribuyentes durante los próximos 23 años, pero es un sacrificio que valdrá la pena porque no solo beneficiará a los habitantes de las cuencas media y baja del río Bogotá, sino a los más de 200 municipios ribereños del río Magdalena en su curso hacia la Costa Norte colombiana, que ya no se verán afectados por la contaminación de las aguas residuales que hoy recibe esta corriente”, afirmó Alfred Ignacio Ballesteros, director general de la CAR.
El funcionario explicó que la PTAR Canoas, ubicada en el municipio de Soacha deberá estar ejecutada en un tiempo aproximado de 8 años y con su entrada en operación se avanzará en el proceso de recuperación del rio Bogotá, especialmente en las cuencas media y baja del río, al permitir que, aproximadamente 13 metros cúbicos por segundo de aguas residuales dejen de llegar al afluente.
“Esta infraestructura es sin duda, una de las más grandes a nivel nacional y quizás de Suramérica y ha sido posible gracias al respaldo del Gobierno Nacional, el apoyo del Consejo Directivo de la CAR y la voluntad de las autoridades distritales de Bogotá, lo que demuestra que sí es posible dejar atrás las diferencias para trabajar en proyectos que redunden en el mejoramiento de la salud pública y ambiental de nuestro territorio”, puntualizó el director Ballesteros.